Desde Argentina aterriza una de las promesas alternativas más contundentes del presente año. Joel Forteza nos presenta un trabajo sólido y diferente, de esos que arrancan expresiones de sorpresa para el escucha y con un Replay Value que desgastará los altoparlantes de su estéreo.
Melodías Lechugas es una producción de corte experimental e independiente, en el que encontraremos amplios matices acústicos, en combinación con beats electrónicos, samples definidos y afilados, y voces cadenciales que determinan el rumbo de melodías de ensoñación.
De qué va el nuevo trabajo de Joel Forteza
Para empezar, definir Melodías Lechugas, siendo un trabajo en el que encontraremos sonoridades típicas latinas que bebe mucho de la Rumba Eléctrica, es un acto de osadía, pues así de osado es este disco.
Cualquiera que sea su inclinación, es imposible no rememorar los trabajos antiguos de Carlos Santana, en donde la tropicalidad de su ensamble se fundía con las estribaciones de los sintetizadores y las guitarras eléctricas.
Quizá mi comparación puede ser un punto de partida. Desde la periferia amplia de la estructura y la técnica.
Piro Forteza se define a sí mismo como una mescolanza de estándares que parten de la Bossa Nova, el Folk, aquel Blues de cigarral que nos rememoran a New Orlands, hasta surgir en la tendencia denominada Jazz – Rock, pues es cierto que mucha de la concepción jazzística de la improvisación, la modulación y la estética está presente desde el primer acorde de Melodías Lechugas, de la mano de la pista «Intro(spección)».
Otro aspecto muy destacable es la construcción conceptual de la placa discográfica. A veces pienso que los conceptos musicales se tapizan a sí mismos mediante la forma en la que va naciendo la producción.
Misticismo global que conecta, reconecta y envuelve los surcos de un todo.
No es para nada descartable que la esencia de Melodías Lechugas esté en los miles de kilómetros recorridos por Joel Forteza a lo largo y ancho de Europa, Medio Oriente, Asia y América. Hay, si se puede llamar así, un misticismo global que conecta, reconecta y envuelve los surcos de un todo.
Las transiciones son más que notables en temas como «Salir», «Caminando» y «Aún». Están allí, a la espera del oyente atento, para el deguste del catador entusiasta de las reverberaciones a manera de lluvia.
A primera escucha pareciera que fuese una manzana troceada, un rompecabezas a manera de invitación al oyente, un reto a reamar y reacomodar las piezas necesarias. Y lo mejor de todo es que Melodías Lechugas opta por columpiarse en su propia naturaleza.
No obstante, es un disco que no tildaría de Raw, ni crudo, ya que todo el trabajo de grabación, mezcla y producción está en unos niveles inalcanzables. La gama de instrumentos es tan variada que reconocemos, levantándonos de la silla y quitándonos todos los sombreros posibles, el trabajo de Phrank Schlaipfner (Starseed Records).
El balance de los saxofones, los sintetizadores, las percusiones, el contrabajo y demás elementos es sublime. Puede escucharse una armonía perfecta tanto en el reproductor de tu vehículo convencional, como en los monitores de cualquier estudio de gama media o alta. El disco, a sinceridad, contiene cuerpo, vísceras, alma y mucho sudor a nivel sonoro.
Melodías Lechugas: Veredicto
No queda más que recomendar este excelente trabajo de Joel Forteza. No solo nos encontramos ante una producción original, atrapante como telaraña, sino que también el escucha podrá dejarse llevar por la experiencia global del viaje, del recorrido, del encuentro personal con uno mismo.
Melodías Lechugas es un disco que se renueva, que planta la cara ante la convencionalidad y la reestructura a su imagen, a su forma pura que, en particular mayor o menor medida, es la música bien organizada en pro de enaltecer un añadido instrumental de calidad.
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