Intenté en la medida de lo posible, y por respeto a mi objetividad de cronista, de no llenar de alabanzas este trabajo de Escuadrón Plush Combativo, pero es que fue amor a primera escucha. Si tuviese que relegar mis palabras a unas cuantas, diría que estoy frente a uno de los trabajos más ambiciosos de este año en cuanto a postrock latinoamericano se refiere.

Debo admitir que esta es una de esas reseñas que me emociona a escribir. No solo porque me declaro un entusiasma del postrock y de los géneros alternativos, sino también por las temáticas scyfi, las space óperas y todo lo que tenga que ver con la ficción especulativa.

¿Qué hace tan bueno a este disco? Os lo contaré con lujo de detalles aquí en La Werk.

Escuadrón Plush Combativo: Kawaii Space Odyssey

Entendamos que este es el debut discográfico, al menos en larga duración, de los argentinos de Escuadrón Plush Combativo; una de las nuevas voces de la escena latinoamericana underground, sin miedo a decirlo.

Desde el inicio, Kawaii Space Odyssey deja muy en claro la dirección en la que va. Es un disco conceptual, dividido en ocho stages, entre los cuales las transiciones pasan desapercibidas por la forma en la que se adhieren unas a las otras.

Como todo trabajo conceptual, Escuadrón Plush Combativo se encargó de cuidar los detalles, sobre todo en lo que a storytelling se refiere. A pesar de carecer de voces en su totalidad, los pequeños avistamientos vocales brillan por la intensidad de una nebulosa; se sienten y se perciben como mensajes de radio comunicador, perdidas en un vasto universo sonoro.

La instrumentación es acertada y no llega a saturarse a sí misma en ningún momento. Las guitarras eléctricas juegan un papel importantísimo, compuestas de una manera en la que los elementos del post rock, el punk más antagónico y la picaresca latinoamericana conviven en la cabina del piloto.

Hay un uso consciente del delay. Es un elemento recurrente que nos da atmosfera y ambientación, muy al estilo de bandas como Maybe She Will o Mew. Los guiños a Interstellar, a nivel armónico, si son adrede, son impecables. La sensación de viaje no se desvanece; nos envuelve, nos invita y nos lanza.

Escuadrón Plush Combativo opta por la sensorialidad, siguiendo una línea atípica y sólida. Mientras que las guitarras manejan los controles de la nave, la percusión y el bajo resaltan por agregar presencia a los primeros elementos; no se sienten alejados o dispersos; casi como los alerones de compresión que necesitarían las naves para moverse en gravedad cero.

“Sistema”, tercer track de Kawaii Space Odyssey, se convierte en una oda minimalista que alterna la superposición de acordes arpegiados y las onomatopeyas vocales. Hay una calma melancólica, de sofá, que se hará presente de aquí en adelante; y podría decirse, que estamos en presencia del tema más representativo de este disco.

Pese a esto, “Vos desactivás mis protocolos de defensa” se lleva el podio completo al ser el tema más emotivo de la producción. Lo que parece ser una premisa coral en compañía de un arpegio principal, a manera de preludio, se convierte en una explosión a tanque lleno en todo su explendor.

La producción y la mezcla

Como bien se espera, una placa discográfica de alto calibre como esta debe tener un staff en pro de enaltecer sus elementos al máximo.

El trabajo de grabación corrió por parte de Jorge Ruiz y Nicolás Pablo Balé en Sonidero Vintage por los días de julio del año pasado. Este hecho me llama la atención, ya que nos habla de que Escuadrón Plush Combativo se tomó su tiempo para pulir, experimentar y darle cariño a su ópera prima.

El mastering por su cuenta fue tarea de Salto Sonoro, el cual logró un equilibrio cálido a cada una de las piezas.

Veredicto

Escuadrón Plush Combativo ha sacado a la luz uno de los mejores discos que he escuchado en este 2018.

Es potente, audaz, arriesgado, fresco, conceptual, con carácter, tiene identidad y tiene un replay value que muchas otras producciones envidiarían. Si tuviese que verle un punto flaco a Kawaii Space Odissey, estaría entre la espada y la pared. La verdad, es la sorpresa de la semana.

Pero ¿para qué os lo cuento? Escúchalo ahora mismo.