Mauro Valenti regresa a la escena musical luego de un par de meses de descanso, y no era para menos, pues el artista sostiene debajo del brazo dos producciones discográficas: La paz (2014) y Danza cínica (2016).

Ahora, intentando brindar a sus oyentes una experiencia totalmente nueva, nos ofrece su nuevo álbum titulado Construyendo una casa en el fuego, de la cual ya se habían desprendido dos sencillos promocionales. «Palabras falsas», en compañía de «Alta tensión», ya nos daban un acercamiento bien profundo a la propuesta de Mauro Valenti en este 2019.

El artista argentino mantiene una influencia clara hacia el rock de su país de principios de los noventa. Ese rock que parece divagar por las calles de Constitución, para luego iluminarse a lo lejos con el Café de los angelitos. Un rock de cigarrillo, de smoke y abrigos.

Construyendo una casa en el fuego

Para empezar, estamos en presencia de un disco de ocho canciones. Media hora de duración aproximadamente. Desde el primer momento nos vemos arropados por los arpegios de un teclado al fondo, beats con mucho procesamiento y la voz evocadora de luces de neón.

«Alta tensión» abre el telón con maestría. Un trabajo vocal impresionante, con la voz de Mauro Valenti llevando la batuta, y sin olvidarnos de la compañía coral de Mayra Cordonnier.

«Crucifijo», segunda pista del disco, mantiene la tónica de su predecesora, subiéndole un poco las revoluciones y con una lírica mucho más directa. Esto le da un poco más de presencia a los acordes formados de guitarra eléctrica -y en sucesión- a ese melódico solo que aparece, casi de improvisto, de sala enorme, luego del primer corte.

Si algo he de destacar de esta producción en general, es la experiencia sonora que viene dada por la mezcla. Al tener ese aire de finales de los años noventa, tenemos la impresión de que cada instrumento es interpretado de frente, cara a cara, en un gran hall. Se ha logrado un sonido muy analógico en estos tiempos tan digitales.

Al encontrarnos con «Ingsoc», tercera pieza del recorrido, damos cuenta de la influencia de 1984 en la lírica. Más que una tensión melódica, esto se vuelve una reflexión muy introspectiva, a manera de homenaje directo a la obra de George Orwell. Es, sin duda, uno de los ejes temáticos más interesantes de Construyendo una casa en el fuego.

No son solo caminatas en la oscuridad

Aunque la melancolía es uno de los temas propuestos, no toda esa densidad impregna la obra de Mauro Valenti. En «Palabras falsas», el motivo musical cambia de manera drástica y nos introduce en un bailable de café, quizá más optimista a nivel sonoro; un tema directo, de esos que recuerdan mucho al Soda Stereo de «Persiana americana».

A partir de aquí, parece construirse orgánicamente un concepto, como si fuese una gran canción dividida en actos. El funk parece apoderarse de la armonía, de los riffs y de la misma manera de cantar de Mauro Valenti. «Auto Militar» y «Construyendo una casa en el fuego» es la prueba de ello.

«Todo se está rompiendo» y «Las esferas» nos ofrecen una despedida taimada, como un autobús que lentamente se va deteniendo en la última parada, y en la que ahora debemos continuar, seguir, vivir. El nivel de evocación de esta dupla es poderoso, se me ocurre decir a falta de otro adjetivo.

En conclusión, Mauro Valenti ha sabido captar su propia esencia en este trabajo. Un disco con un valor de re-reproducción altísimo, que sabemos van a disfrutar más allá de la tierra latinoamericana.

Mauro Valenti en este 2019 nos trae Construyendo una casa en el fuego.